La nueva camada de jazz y post-punk británico llega a Argentina: Dry Cleaning y Nubya Garcia

Lúcuma
8 min readMay 12, 2023

Una invitación al South London Festival en Niceto Club

Martes 16 y miércoles 17 de mayo se va a dar en Buenos Aires, específicamente en Niceto Club, una doble fecha bajo el marco del South London Festival: Van a tocar dos figuras principales de dos escenas protagónicas de la música británica. Primero los Dry Cleaning, referentes ineludibles de la generación post-punk post-brexit, y segunda la inmensa Nubya García, saxofonista de primera línea mundial con una obra preciosa como solista y como parte de London Brew, Maisha y más proyectos.

Por Agustín Wicki.

Dry Cleaning empezó esta gira presentando “Stumpwork”, su segundo disco, durante noviembre de 2022 en la otra punta del planeta: Bangkok y Tokyo. Ya para esta semana Asia, Oceanía, Norteamérica y Europa han dado fe de la calidad del grupo en vivo. Su acercamiento a Sudamérica también incluye Mar Del Plata y Santiago de Chile, mientras que el de Nubya además de la capital chilena hace Providencia; pero el eje central es el C6 Fest. Un festival de San Pablo que en esta, su primera edición, ya da una talla de shows del más alto calibre. Mdou Mactar, The Comet is Coming, DOMi & JD Beck, Black Country, New Road y otros artistas internacionales se suman a gigantes brasileños que van desde Gal Costa hasta Linn Da Quebrada. Fechas bonaerenses como el South London Festival y las de otros proyectos convocados al C6 Fest (Kraftwerk y Tigran Hamasyan entre ellos) aprovechan la oportunidad de este gran evento vecino. La apuesta del público y las productoras abre la puerta a que se enriquezca fuertemente el circuito de recitales y quién te dice, en el futuro tener un nuevo festival internacional en Argentina para esta época del año.

-Tickets Dry Cleaning: https://www.passline.com/eventos/dry-cleaning-en-niceto-club
-Tickets Nubya García: https://www.passline.com/eventos/nubya-garcia-en-niceto-club

Dos datazos:

1-Abriendo el recital de Dry Cleaning estará el bueno de Richard Coleman, referente de larga data para el post-punk y el rock alternativo en nuestro país por su cuenta y con las bandas Fricción y Los 7 Delfines. En el caso de Nubya la apertura corre a cargo de los geniales Fernández 4, cuartetazo de lujo de nuestro jazz más moderno.

2-Se venden entradas individuales para cada fecha, pero también se pueden sacar las dos juntas con un descuento del 10%.

El poder solar de Nubya Garcia

Es casi imperceptible, pero cuando suena el saxo de Nubya Garcia en una habitación con plantas, las hojas empiezan a crecer hacia el parlante. Toca desde los diez años, por lo que ya lleva más de dos tercios de su vida soplando. Su lugar en el bioma jazzero británico es natural. Su tacto y labia con el instrumento la vuelven una suerte de pararrayos de las energías rondantes. En el estofado de fusión de doce músicos que es London Brew, Nubya poliniza las orquídeas y belladonas de ese amazonas sonoro. En el arroyo que es Maisha se vuelve vela y viento. Ha brillado en obras cumbres de Sons Of Kemet, Makaya McCraven, Moses Boyd, Moses Sumney, Yazz Ahmed y más, siempre encontrando una frecuencia vecina para vibrar.

Source” es su santuario. Se abrió en 2020 en forma de álbum, su único LP solista, solo precedido por el discortito “Nubya’s Five” y el EP “When We Are”. Allí impregnó un reposo anímico que venció al tiempo. La música está estática en su propia retroalmientación cíclica, donde vuelve a sus motivos y tonifica el espíritu. Contrabajo, batería y teclados agregan aristas por las que el saxo tenor conduce el pensamiento. No es meditación, pero se parece.

En sus ideas se puede palpar una fibra antillana, su herencia cultural catalizada en formas simil-calypso y simil-dub. La más evidente es ‘La cumbia me está llamando’ en conjunción con la banda colombiana La Perla. Las canciones transportan su identidad, que es uno de los grandes tropos que la movilizan. En una entrevista para i contó que “A veces pienso: “Bueno, supongo que nadie va a conocer la historia”. Porque la música realmente es sobre trascendencia, sobre un tipo de sentimiento que no se puede poner en palabras”. Nubya se permite dudar, preocuparse y también contemplar, pero es consciente de su valor. Cuando hace cantar su saxofón todo se clarifica.

El prospecto de verla en vivo no necesita ninguna promoción exagerada. Es emocionante la idea de poder estar ahí, viviendo lo que ella puede dialogar con sus músicos en un lenguaje universal. La raíz es profunda y no se sabe de dónde va a tomar, pero hay confianza, algo distinto a la expectativa, en la proyección de su linaje.

La gracia desgraciada de Dry Cleaning

No es fácil cantar sonando desganado y que quede como un estilo en vez de dar la impresión de que el vocalista odia la música. Florence Shaw canta como si le hubieran chupado el alma, como si hubiera estado todo el día intentando hacer trámites en la página del AFIP. Tiene perfectamente calibrada esta tensión típica del post-punk que tira a lo gótico. Se toma su tiempo para decir las cosas y eso tiene al escucha atento para la próxima imágen alienada de la realidad. Es genial su sensibilidad para exponer su insensiblidad, algo que a nivel humano es una desgracia, pero al artístico es una presentación muy perspicaz de la vida bajo anti-depresivos: ‘Do everything and feel nothing’, descripción exacta que además es una referencia a una marca de tampones. En el mundo que retrata no existe diferencia sustancial entre las cosas buenas y las malas, entre los sucesos trascendentes y los tampones. Todo da un poco igual.

Después de dos EPs de 2019, en 2021 los londinenses lanzaron su primer disco, para el cual a la cantante se acompañó, además de bajo, guitarra y batería, de John Parish como productor, que ha cumplido ese mismo rol para PJ Harvey, entre otros. Esa compañía logra una banda que aprovecha muy bien los elementos que tiene a mano para sonar bien sin sonar genérico, además de ser selectivos con lo que se graba. “New Long Leg” no solo deja satisfecho lo musical; hace muy difícil no empatizar o al menos acercarse a Florence gracias a esas letras en las que hablando de cosas que parecen totalmente triviales, logra decir mucho de sí.

En su segundo álbum, “Stumpwork”, profundizaron en la esencia de la banda. Esa identificación con la idea de deadpan (una cara inexpresiva). El mundo cambia y las cosas suceden pero no hay reacción. El contraste de ese desinterés casi que nato con la intensidad y el movimiento del presente se vuelve hipnótico. Y Florence ya prácticamente ni canta, tampoco rapea, ni recita. Dice cosas, aburrida. Pero no deja de decirlas. De observar pequeñeces de un mundo disecado. La banda está en la misma sintonía espiritual, son creativos en su modernidad, en los caminos que eligen para la inercia, a veces mirando a la psicodelia, otras al indie, pero nunca a su propio ombligo.

You could take control of my mind or body anytime
Why do I trust you?
The answer is I don’t and I never will
Let’s eat pancake

Encontraron en este disco una forma de post-punk propia, alineada con la gran tradición que comenzó Joy Division, pero no menos inconfundible por eso. Su desencanto los hace encantadores.

En vivo esta tensión se vuelve seductora, más sabiendo que la banda tiene millas y más millas acumuladas con sus shows. Tienen un catálogo más que reune las condiciones para intrigar con el tracklist y poder mover el amperímetro a gusto. Quién sabe si de sorpresa no incluyen algún remix de su más reciente “Swampy EP” o esas joyitas que esquivan el radar de “Sweet Princess EP” o “Boundary Road Snacks & Trips”.

CONTENIDO EXTRA

Crónica Dry Cleaning 16/05

A la pregunta de “¿todo bien?” anoche el cortatickets de Niceto contestó “si, hoy hay música como la gente”. El tono gruñón no le quita razón. Para un rockero tradicional como él es digno de aplauso recibir una banda nueva que suene bien y fuerte sin colgarse del estilo de nadie. Entre el público había boomers contentos con el suceso, como el histórico Richard Coleman que cumplió como telonero, solo con su guitarra, sus pedales y su voz, y también jóvenes ansiosos de confirmar la calidad de la generación que les tocó gracias a una de las mayores referencias de la nueva camada británica.

Los Dry Cleaning superaron las expectativas, incluso con el rumor de que la noche anterior en Mar del Plata la habían sacado del estadio. En vivo superan a su versión de estudio, que no es poca cosa. El bajo de Lewis Maynard no soltó por un segundo a la banda, con el golpear de un galope y la consitencia de una sombra. Tom Dowse contuvo su ferocidad con la guitarra casi todo el show, aguantando la garra sin perder calibre, hasta que se desató para el demoledor combo final de ‘Unsmart Lady’, ‘Scratchcard Lanyard’ y los bises ‘Magic of Meghan’ y ‘Anna Calls from the Attic’. El mayor enigma durante el recital naturalmente fue la frontwoman única que es Florence Shaw: Párpados caídos, pelo y vestido super lacios y largos y una mirada al vacío imperturbable. Dentro del estilo de canto (más hablado que cantado realmente) demostró un rango efectivo con cambios pequeños de velocidad y tono. Su presencia es cautivante y contrasta todavía más con su banda que en los discos, siendo que la ocasión en vivo para ello es sinónimo de aumentar la intensidad de todo el repertorio.

Aun en la lejanía de Florence se dejó abrazar por el calor del público argentino. Su paso por el país y varias entrevistas que han dado dan cuenta del interés por invertir en la audiencia internacional, así que a los que se lo perdieron, que realmente se lo perdieron: Van a tener su segunda oportunidad en el futuro.

Registro audiovisual: https://www.instagram.com/p/CsZ-uhBtVf3/

Crónica Nubya Garcia 17/05

Si entendemos la música como lenguaje Nubya es políglota, connoiseur de argots y périto en wordplays. Conoció el verlán francés y el vesre argentino, así que se divierte dando vuelta sílabas igual que jugando con tonadas como el patwah jamaiquino, el pidgin nigeriano y el caleño colombiano. La pronunciación siempre perfeita. En persona la parla se entiende toda, incluso cuando inventa modismos y cuando parafrasea retruca a John Coltrane, entre otros fonoaudiólogos y filólogos.

En su primera vez en Buenos Aires se encontró con una audiencia llena de parejas. Al menos por acá la excusa de la cita romántica fomenta y sustenta el circuito jazzero y en el caso de Nubya Garcia no hay publicidad engañosa. El amor es uno de los centros gravitatorios de su semántica, por lo que todos pasan a ser receptores y usuarios de esa energía.

Del dub al UK garage, todos los canales están abiertos. Con ella Deschanel Gordon, joven y tímido tecladista de toque hipersensible, Sam Jones, totalmente opuesto: extrovertido y guiado por un instinto alarmante al que reacciona impredeciblemente, y Daniel Casimir, de perfil equilibrado y un sonido todoterreno emitido por un contrabajo que no duda. Lo que para el resto es un arreglo para ellos es un pulso. Conocen y usan todos los trucos, siempre al servicio de proyectar sus auras para conectarse.

Registro audiovisual: https://www.instagram.com/p/CscpatWMHeG/

--

--

Lúcuma

Medio digital de difusión, análisis y crítica musical. Nos dedicamos a pensar la música que te (y nos) gusta. A cargo de Agustín W., G. Barrionuevo y Nico Rojo.