Balance de la presentación de “EL DISKO” en Buenos Aires
Por Agustín Wicki.
La separación de Cato y Paco significa muchas cosas, entre ellas una gran decisión para la independencia artística de ambos y también el riesgo económico de soltar una empresa muy exitosa en dos de las tres patas más importantes de la industria musical: Grabaciones y shows. El combo Ca7riel + Paco Amoroso + La ATR Vanda se había apoderado de un lugar excitante en el circuito de recitales argentino, siendo una de las propuestas en vivo más explosivas del país. Esto era producto de las composiciones y personalidades de la dupla protagonista, pero también del plantel de la ATR (en algún momento llamados Los Dráculas), El Montes en bajo, Axel Introini y Dogui Rodriguez en teclados y Yuye Dominguez en la batería. Todos cracks.
La vuelta de Ca7riel a los escenarios que se dio el fin de semana del 18 y 19 de diciembre era una desafío para su capacidad de bancársela sin su vieja mano derecha y de reconfigurar una banda a la altura. Además de por supuesto presentar “EL DISKO” como se merece. La confianza del público estuvo ahí, con doble sold out para 4500 personas cada fecha. Por su parte el artista cumplió con creces en C, con un espectáculo hasta quizás más volado que los pre-COVID.
Su nueva banda soporte, aún sin nombre, tiene una formación distinta a la anterior, lo que suma riesgos cualitativos y necesidad de rearreglar parte del repertorio, pero que demuestra una vez más el calibre del oído de Catriel Guerreiro. En la bata está a quien llama su ídolo, Tomás Sainz, bestia percusiva responsable en parte de bandones como Román y Huevo, además de haber grabado para grandes del circuito local de jazz como Javier Malosetti y Ramiro Flores. Verlo en vivo es un lujo y demuestra porque es de los mejores bateristas activos del país. Sainz es co-productor de “EL DISKO” y con los palillos demuestra su capacidad de sacarle el mejor sonido a las canciones que lo conforman. También de extracción jazzera es el pianista Javier Burin Heras a.k.a “Manos Mágicas” que interpreta lo que está grabado y suma delicias en huecos inesperados que encuentra su instinto dentro de los compases. La tercer integrante es Anita B Queen, que oficia de DJ, canta los coros, toca con un sampler en algunos temas y hace de show-, front- y hypewoman. Su presencia en el escenario es bombástica, incluso al lado de Ca7riel que llama la atención constantemente, y se ocupa de que no extrañemos a Paco sin intentar sustituirlo.
Las canciones de “EL DISKO” fueron interpretadas todas y sonaron incluso con más despliegue que en sus versiones de estudio. La potencia permitida hizo que los temas más funkys y electrónicos (‘MUY BIEN’ y ‘KEYHOLE’, por ejemplo) adquieran una potencia vuelapelucas, a la vez que Ca7riel cantó de diez para los R&B y neosouls melosos. El punto mejorable a grandes rasgos fue el volumen del micrófono de Anita, que le limitó las intervenciones a un papel más secundario del que conviene, dadas sus capacidades. Además salieron tracks de “POVRE” y “LIVRE” con guitarra incluida, medio ‘Ouke’ dedicado para Paco Amoroso y su Bizarrap Session en versión cuasi-metalera, lo que otorgó el color que falta en la gama del disco si nos tomamos literal lo que dijo Ca7riel de que contiene todas sus formas.
El cierre vino con ‘POLVO’ de alguna forma el track más autobiográfico y trascendente de este último LP. Como puede esperarse, la lisergia de este track en directo es una experiencia memorable. Terminado ese viaje se guardaron unos minutos para volver con un bis doble: ‘Niño Gordo Flaco’ con Wos, único invitado de la noche (¿algún día saldrá ‘Klapaucius’ de forma oficial?), y el banger ‘McFly’.
En resumen: Otra banda de lujo, otro show de lujo, otro disko de lujo.